Hoy te propongo una lista de recomendaciones para que accedas al mercado laboral de una forma natural.
1) No escondas tu discapacidad,
pero no es necesario reflejarla en el currículum. Es un dato personal que no
determina en absoluto tu profesionalidad: lo que debes poner en valor es tu
formación, experiencia y actitudes. Además, piensa que la mayoría de los
responsables de Recursos Humanos no son expertos en discapacidad. Por ello,
indicándolo en el currículum podrías generar dudas innecesarias.
2) Transforma tu discapacidad en ventaja competitiva. Si
tu discapacidad es visible y llegas a la entrevista de trabajo, no dejes que
sea un tabú y explícale con normalidad al reclutador. Lo importante es que no
se quede con dudas acerca de si puedes desempeñar el puesto de trabajo.
Explícale con ejemplos prácticos cómo te desenvuelves en tu día a día y si
precisas de alguna adaptación. Incluso, es recomendable que te ofrezcas a
responder todas sus dudas en relación a la discapacidad, pues ello proyectará
una imagen de seguridad y confianza. Además, la discapacidad puede hacer que
afloren y se refuercen capacidades como el esfuerzo, la superación o la
capacidad de sacrificio. Son cualidades que puedes poner en valor, de modo que
transformes tu discapacidad en una ventaja competitiva.
3) Centra tu currículum en las competencias. Si
estás buscando tu primer empleo, no puedes acreditar experiencia, por lo que es
recomendable hacer hincapié en tus habilidades y
competencias (iniciativa, adaptabilidad a los cambios, polivalencia), así como
en actividades extracurriculares que aporten valor (voluntariados, estancias en
el extranjero, etc).
3) Fórmate. En la
actualidad existen organismos y entidades que becan a jóvenes con discapacidad
para apoyarles en su formación y, de este modo, abrirles las puertas del mundo
laboral. La formación es una valiosa herramienta que allanará tu camino hacia
el empleo, por lo que ¡no lo dudes! Encuentra algo que te motive, en lo que te
gustaría mejorar y ponte a ello. Recuerda que los idiomas, las nuevas
tecnologías y/o el diseño web, son siempre una buena opción.
4) Refuerza tu marca personal en Redes Sociales. ¿Sabías
que el 70% de las personas desempleadas ya busca empleo a través de Linkedin y que el
porcentaje es aún mayor entre los jóvenes? No estar presente es una pérdida de
oportunidades: en primer lugar, porque las empresas no te encontrarán cuando
busquen perfiles y, en segundo, porque muchas de ellas descartan a los candidatos
no activos en Redes profesionales.
5) Agota todas las fuentes de búsqueda de empleo ¡sin
límites! Tener una discapacidad no implica
buscar sólo en fuentes específicas para desempleados con discapacidad: existen
muchas otras y cuantas más utilices, más posibilidades tendrás de encontrar una
ocupación: servicios públicos de empleo, portales, agencias especializadas,
webs corporativas de empresas, centros de orientación en Universidades, etc.
¡No dejes ninguna!