La meditación o mindfulness requiere de entrenamiento. Es como
desarrollar un músculo. Un músculo que nunca, o casi nunca hemos utilizado, por
lo que está atrofiado o simplemente no se ha desarrollado. Es como el niño que
aprende a caminar y que nunca ha utilizado los músculos de sus piernas. Al
principio, durante algún tiempo, el niño mueve las piernas. Más tarde se
arrastra. Luego, gatea a cuatro patas. Practica durante semanas, durante meses.
Cuando los músculos se han desarrollado intenta erguirse, ponerse en pie, pero
se cae constante y rápidamente. Él lo intenta sin cesar, una y otra vez, una y
otra vez… Cuando logra al fin levantarse, permanece muy poco tiempo en posición
bípeda antes de caer. Más tarde, consigue dar un pasito y se cae. Continúa
practicando, una y otra vez, una y otra vez. Luego logra dar dos pasitos y
medio antes de caerse. Luego tres. Con el tiempo, cinco. Hasta que logra recorrer
algunos metros. Al principio se va apoyando en todo lo que encuentra a su paso;
con la práctica deja de requerir tales apoyos. Con el tiempo consigue
desplazarse con facilidad.
Practicando durante años, desarrollará músculos fuertes en
sus piernas y otras habilidades como el mantenimiento del equilibrio, la
orientación, etc., y podrá caminar, incluso correr, saltar, bailar, etc.
Entrenarse en mindfulness es como aprender a caminar, requiere de práctica,
mucha práctica. A continuación os dejo una infografía que he preparado con un
sencillo ejercicio en 7 pasos. ¿Quieres que comencemos a caminar?
No hay comentarios:
Publicar un comentario